sábado, 21 de septiembre de 2013

Las familias podrán deducir cien euros por la compra de libros en la próxima renta

Las familias podrán deducir cien euros por la compra de libros en la próxima renta

 

La medida afectará a las rentas bajas y medias y será necesario que al menos uno de los padres esté en paro e inscrito en el Servef

Las familias con rentas medias y bajas podrán beneficiarse en la próxima declaración de la renta -la correspondiente al ejercicio 2013- de la nueva deducción por gastos en material escolar y libros de texto, lo que permitirá desgravar cien euros por hijo escolarizado en las etapas de Primaria y ESO de centros públicos y concertados. También se extenderá a las unidades de Educación Especial.
La iniciativa está incluida en la Ley de Medidas Fiscales, de Gestión Administrativa y Financiera y de Organización de la Generalitat aprobada a finales de 2012, y su efectividad coincidirá con un curso en el que se han eliminado las ayudas autonómicas de libre concurrencia, se arrastran impagos de las becas del curso pasado y en el que el precio de los manuales ha sufrido un ligero incremento (1,1%). Al menos la deducción, muy próxima al importe de las extintas subvenciones -125 euros en el mejor de los casos-, puede servir para aliviar las economías familiares más tensionadas una vez se resuelva la declaración.
Para poder beneficiarse hay que cumplir una serie de requisitos, como que uno de los padres esté en el paro y se haya dado de alta en un servicio público de empleo. En cuanto a los umbrales de renta, se aplicarán los mismos que se utilizan para el resto de desgravaciones autonómicas, como las relacionadas con las familias numerosas. En total, la suma de la base liquidable general y la base liquidable del ahorro no podrá superar los 24.000 euros en tributaciones individuales o los 38.000 en las conjuntas. Según fuentes de la Conselleria de Educación, se calcula que la medida permitirá un ahorro a las familias de entre 3,3 y 3,5 millones de euros.
La deducción fiscal en el tramo autonómico sigue los pasos de la que se aplica en Madrid, que incluye otros ámbitos además de los libros. En este caso, se puede desgravar un 15% de los gastos de escolaridad (la matrícula), el 10% de enseñanzas de idiomas (ya sean extraescolares o de régimen especial) y el 5% de los de uniformidad, hasta un máximo de 900 euros por hijo. Además, se puede beneficiar cualquier familia independientemente de la red educativa elegida. En otras palabras, también se abre a los colegios privados. De hecho, la patronal valenciana Acade le ha planteado en varias ocasiones a la Conselleria de Educación el impulso de una iniciativa similar, con el argumento de que es una ayuda para las familias, no para los titulares de los centros. Eso sí, las más beneficiadas serían las que eligen este tipo de educación, pues el gasto derivado de la matrícula es muy superior al de los concertados, donde sólo se deben pagar cuotas voluntarias, y al de los públicos, donde no existe este concepto. Eso sí, no se puede olvidar que en los dos últimos casos también se generan desembolsos deducibles, como las extraescolares o los uniformes.
Pese a las críticas que suscitó la medida fiscal, bajo la premisa de que sólo ayudaba a las rentas altas, durante su primer año de aplicación -2011- del total de beneficiarios (575.000) sólo 73.000 cursaban sus estudios en colegios privados.
La pasada semana la consellera María José Català dejaba entrever la posibilidad de que esta iniciativa se traslade a la Comunitat como un pasó más tras las deducciones por la compra de libros de texto. Lo hizo en la entrevista concedida a LAS PROVINCIAS, en la que señaló que el departamento trabajaba en la idea.
Política de becas
El cambio que ha dado la política de subvenciones en los dos últimos cursos ejemplifica cómo se reajustan las prestaciones sociales cuando no hay liquidez en las arcas públicas. El ejercicio 2011-2012 fue el último en el que funcionó el bonolibro, la ayuda universal implantada en 2007 para el alumnado de Primaria. Un curso después sólo se recibía una beca en función de la renta, opción que ha desaparecido en la actualidad, pues sólo habrán subvenciones directas para centros Caes y de Especial y puntuales para colegios con alumnos que precisen libros.
Tabletas, el fomento de los materiales de elaboración propia y sobre todo el impulso de los bancos de intercambio son algunas de las alternativas que plantea Educación para aliviar el gasto familiar.

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